En un mundo cada vez más visual, la manera en que procesamos y comunicamos la información ha evolucionado significativamente.

Nos encontramos constantemente rodeados de imágenes, gráficos, y símbolos que nos ayudan a entender nuestro entorno de una manera más rápida y efectiva que con el texto escrito.

Aquí es donde entra en juego el Visual Thinking, una metodología que aprovecha nuestra capacidad natural para procesar información visual y la convierte en una herramienta poderosa para pensar, aprender, y comunicar.

¿Qué es Visual Thinking?

Visual Thinking, o pensamiento visual, es un enfoque que utiliza elementos visuales para pensar, organizar ideas y comunicar conceptos de manera clara y sencilla.

Esta metodología se basa en el principio de que la mente humana procesa la información visual más rápido y de forma más efectiva que el texto. A través del uso de dibujos, diagramas, mapas mentales, y otras formas visuales, podemos transformar conceptos complejos en representaciones más fáciles de entender y recordar.

El Visual Thinking no requiere habilidades artísticas avanzadas; se trata más de la claridad y simplicidad que del detalle o la perfección del dibujo.

Es una herramienta accesible para cualquier persona, independientemente de su habilidad para dibujar, y se puede utilizar en diversas áreas como la educación, el diseño, la resolución de problemas, la gestión de proyectos y la comunicación en equipos.

Nos gustaría recomendaros uno de los perfiles que actualmente más visibilidad tiene en redes sociales acerca del visual thinking, Alex Maese

¿Cómo hacer visual thinking?

El Visual Thinking se puede practicar a través de algunos pasos sencillos que nos ayudan a estructurar y visualizar nuestras ideas:

1. Definir el objetivo. Antes de empezar, es importante tener claro qué queremos comunicar o resolver. Esto nos ayudará a enfocar nuestros esfuerzos en los elementos visuales que realmente importan.

2. Organiza la información. Identifica los conceptos clave que quieres transmitir. Puedes utilizar palabras clave, frases cortas o ideas principales que serán la base de tu representación visual.

3. Usa elementos visuales. Comienza a traducir las ideas en formas simples, como dibujos, íconos, flechas, y líneas. No es necesario ser un artista, basta con representaciones básicas que sean fáciles de entender.

4. Agrupa y conecta. Relaciona los elementos visuales entre sí para mostrar conexiones y jerarquías. Puedes usar mapas mentales, diagramas de flujo o cualquier otra estructura que facilite la comprensión de las relaciones entre los conceptos.

5. Simplifica y ajusta. Asegúrate de que la representación visual sea clara y no esté sobrecargada. El objetivo es que sea fácil de seguir, por lo que menos es más cuando se trata de visual thinking.

6. Revisa y comparte. Finalmente, revisa tu representación visual para asegurarte de que comunica efectivamente lo que deseas. Compartirlo con otros puede ayudarte a obtener retroalimentación y ajustar según sea necesario.

Ventajas de usar visual thinking

• Mejora la comprensión: Al utilizar imágenes, diagramas y otros elementos visuales, las ideas complejas se vuelven más fáciles de entender y recordar. Esto es especialmente útil en presentaciones donde se busca captar la atención del público.
• Facilita la comunicación: En equipos de trabajo, puede ayudar a alinear a todos los miembros al visualizar claramente los objetivos, procesos o problemas a resolver.
• Estimula la creatividad: Dibujar y visualizar las ideas abre la puerta a la creatividad, permitiéndonos ver problemas y soluciones desde nuevas perspectivas. Esta forma de pensar fomenta la innovación y la generación de ideas.