¿Sabías que, según un estudio de la consultora McKinsey, las empresas gastan alrededor de 356.000 millones de dólares al año en formación corporativa a nivel mundial, pero estiman que solo el 25% de ese gasto genera resultados medibles? Esto significa que una parte significativa de la inversión en formación podría no estar proporcionando el retorno esperado, lo que representa una pérdida considerable de recursos.
La formación corporativa es una herramienta estratégica esencial para el crecimiento y la competitividad de las empresas. Sin embargo, para maximizar su efectividad, es crucial identificar y evitar los errores más comunes que pueden comprometer su éxito. A continuación, exploraremos estos errores y cómo evitarlos.
A continuación, analizaremos en detalle cada una de estas opciones para ayudarte a tomar una decisión informada y optimizar el desarrollo de tu equipo.
El éxito de la formación empresarial no solo depende del contenido, sino de cómo se diseña, implementa y mide. Estos son los errores más frecuentes que pueden afectar la efectividad del aprendizaje en tu organización.
Muchas empresas invierten en formación sin preguntarse si realmente responde a las necesidades estratégicas de la empresa. Como resultado, los empleados reciben conocimientos que no pueden aplicar en su día a día.
Ejemplo: Una compañía tecnológica decide ofrecer formación en habilidades de diseño gráfico a su equipo de desarrollo de software. Sin embargo, el problema real de la empresa es la optimización del código y la eficiencia en el trabajo en equipo. Al final, el curso no tiene un impacto tangible en la productividad.
Solución
Te dejamos nuestro artículo por si quieres aprender a diseñar un plan de formación alineado con los objetivos empresariales.
Si no defines cómo evaluar la efectividad de la formación, es imposible saber si la inversión está generando resultados. Sin métricas claras, la capacitación puede convertirse en un gasto en lugar de una inversión.
Ejemplo: Una empresa ofrece talleres de liderazgo a sus mandos medios pero no realiza seguimiento posterior para evaluar cambios en el desempeño o en la satisfacción del equipo. Sin datos concretos, es imposible saber si la formación fue efectiva.
Solución: Definir KPIs relevantes antes de iniciar cualquier programa de formación. Estos pueden incluir mejoras en la productividad, aumentos en las ventas, reducción de errores o incremento en la satisfacción del cliente. Utilizar herramientas de evaluación, como encuestas, entrevistas y análisis de desempeño, permite medir el progreso y el ROI de manera objetiva.
Las personas aprenden de diferentes maneras. Un enfoque rígido y poco flexible puede hacer que los empleados pierdan interés o no aprovechen la formación.
Ejemplo: Una empresa ofrece formación solo en modalidad presencial, sin considerar que muchos empleados prefieren el aprendizaje en línea o necesitan flexibilidad por sus horarios. Como resultado, la asistencia y la retención del contenido son bajas.
Solución
Un solo curso no garantiza que los empleados aplicarán lo aprendido. Si la formación no se refuerza con seguimiento y práctica, es probable que se pierda con el tiempo.
Ejemplo: Una empresa capacita a sus vendedores en técnicas de negociación, pero no implementa ejercicios prácticos ni revisa si las nuevas habilidades se aplican en el día a día. En pocos meses, la formación se olvida y no se traduce en más ventas.
Solución
Muchas empresas centran su formación únicamente en habilidades técnicas y descuidan el desarrollo de competencias interpersonales como la comunicación, el liderazgo y la gestión del tiempo.
Ejemplo: Una empresa de ingeniería invierte exclusivamente en formación técnica para sus empleados, ignorando el desarrollo de habilidades de comunicación. Esto puede generar malentendidos y conflictos internos que afectan la productividad.
Solución: Incluir programas de desarrollo de "soft skills" en el plan de formación. Fomentar habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo mejora el ambiente laboral y potencia el desempeño general.
Aprende a combinar soft skills y hard skills gracias a nuestro artículo
Un proveedor que no se adapta a las necesidades de la empresa puede ofrecer una formación genérica, poco aplicable o de baja calidad.
Ejemplo: Una empresa contrata un curso online estándar sobre gestión de proyectos, sin personalización para su sector. El contenido resulta irrelevante y los empleados lo abandonan rápidamente.
Solución
Para garantizar una formación efectiva y alineada con los objetivos empresariales, considera las siguientes recomendaciones:
Evitar estos errores garantiza que la formación no sea un simple gasto, sino una inversión con impacto real en la empresa. Reflexiona sobre cómo se están implementando los programas de formación en tu organización y adopta estrategias que maximicen su efectividad.
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